Uno de los lugares con más uso y con menos frecuencia de limpieza en la casa, en general, es la despensa. Para algunos un simple armario y para otros una pequeña habitación para guardar alimentos y los esenciales para lo cotidiano.

La despensa, con mucho sentido, debe ser limpiada al menos una vez por semana, de modo de evitar restos de comida que puedan atraer bichos o roedores, además de mantener un espacio limpio e higiénico para depositar nuestros víveres.

Como ya te comentamos sobre tips de limpieza, en esta nota te contamos cómo limpiar la despensa y dejarla bien organizada.

 

 

1. Retirá todo

Para empezar, como todo método de organización, vamos a retirar los elementos y alimentos que se encuentren dentro de la despensa. La idea es dejarla absolutamente vacía para luego ir, de a poco, incorporando los artículos uno a uno según el orden que sugerimos en los siguientes puntos.

2. A desechar

Muchas de las cosas que guardamos aquí dentro, no son elementos que vayamos a consumir y algunos hasta quizás estén fuera de su fecha útil. Para esto, la idea es deshacerse de todos éstos, revisando fechas de vencimiento y ver si realmente es algo que posteriormente vamos a utilizar.

Si se tratan de envoltorios plásticos o de cartón/papel, recordá que también podés reciclarlos.

3. Limpieza a fondo

Desocupada, el siguiente paso será limpiar a fondo cada rincón. Lo mejor en este caso es utilizar un limpiador acorde al tipo de material con el que esté hecho la despensa, además de cepillitos para lo que se acumule en esquinas o uniones difíciles.

La clave en este punto es poder dejar un espacio absolutamente limpio, preparado para un nuevo orden y, sobre todo, para los alimentos del día a día.

 

 

4. Nuevos materiales

A modo de que la próxima limpieza sea mucho más sencilla y ágil, te recomendamos colocar una base de plástico. Esto permitirá poder evitar manchas sobre el material (como por ejemplo madera) y limpiar rápidamente en caso de derrame de algún aceite o similar.

5. Agrupar

Lo siguiente será separar por grupos los alimentos y elementos de la despensa. El orden lo podés elegir tu, ya sea por tipo de comida o por momento del día en el que lo vas a necesitar. Por ejemplo, se puede separar por desayuno, almuerzo, merienda o cena.

Otro modo de organización podría ser separarlos según su uso, dejando de frente los de más uso y los de menos detrás.

 

 

6. Ordenar

Una vez realizados todos los pasos anteriores, ya se puede volver a ordenar. Para esto te sugerimos utilizar contenedores transparentes para que puedas ordenar mejor tus alimentos, además de etiquetas que te ayuden a identificarlos más rápido.

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