La creatividad es uno de nuestros motores diarios, tanto en nuestro trabajo como en nuestro hogar. Ser creativa y disponer de nuevas ideas nos hace diferenciarnos, ser originales y resolver problemas de otras maneras, uniendo ideas y elementos para lograr soluciones innovadoras.

Sin embargo, ser creativa no es una cuestión de prender o apagar. La creatividad es un músculo que se ejercita y que requiere movimiento casi a diario.

Desde el trabajo, buscar soluciones creativas a problemáticas tanto sencillas como complejas es lo que nos puede hacer valer, incluso, un ascenso o la aceptación dentro de un nuevo grupo de trabajo.

En el hogar, la creatividad es la clave tanto para el diseño de nuestros espacios, como también para resolver problemas cotidianos.

En Momentos Felices, te recomendamos 4 técnicas rápidas y sencillas para que puedas practicar tu creatividad, incursionando y mejorando en todos los aspectos.

 

 

Probá algo nuevo

Crecer el músculo de la creatividad depende de algo esencial: conexión de ideas. Conectar elementos de un mundo con el otro. Por esto y para esto, es clave conocer nuevas perspectivas, nuevos lugares y actividades que nos nutran de nuevo conocimiento.

Algunas de estas pueden ser:

Cualquiera de estas actividades, entre otras, harán crecer tu conocimiento, además de sacarte de tu zona de confort para resolver nuevas situaciones de manera creativa.

 

 

Forzá los límites

Sucede muy a menudo, que al iniciar nuestro proceso creativo, recortamos nuestro pensamiento para que encaje rápidamente dentro de una solución. Es justamente lo contrario lo que debemos hacer para que nuestro músculo creativo se active y con mucho mejores ideas.

Para esto, es imprescindible que no limites tus pensamientos. Ser creativo es justamente pensar en una solución que no has aplicado o que requiere conexión de ideas.

Es muy útil que utilices un papel y un lápiz, e incluso si lo crees necesario, pararte y salir de tu oficina para lograr concentrarte en tu proceso y llevar a cabo esa nueva solución.

 

 

Hacete un espacio

De la mano con este último, tener un espacio y disponer de tiempo para hacerlo es, sin dudas, la base de todo pensamiento creativo.

Muchas de las mejores ideas se dan en la ducha ¿por qué? Tenemos tiempo y un espacio personal que nos permite ahondar en conceptos y resolver temáticas mientras nos duchamos.

Disponer del tiempo y del espacio, es el entorno perfecto para grandes ideas.

 

 

Juntate con pares

Dos mentes piensan mejor que una. Las ideas deben ser validadas con quienes tengamos al lado. Ya sea un compañero de trabajo o un miembro de la familia.

¿A quiénes le puedo contar mi idea? Elegí a quienes siempre te den un feedback constructivo. Las críticas son una excelente chispa para orientar mejor las ideas, siempre y cuando permitan la construcción de una aún mejor.

Hacete de una dupla creativa que te pueda ayudar a mejorar tus ideas, a planificarlas y a ejecutarlas, que además pueda activar tu pensamiento creativo rápido y con las palabras justas y que, por sobre todo, te ayude a revisar tu proceso y a darte un feedback constructivo para optimizarlo cada vez.